lunes, 17 de octubre de 2016


No podríamos terminar de insistir: después de recorrer durante dos meses lugares increíbles de la Riviera Maya en México, la lista se sigue extendiendo aún más. Esta vez nos internamos a recorrer no uno, sino dos cenotes hermanados. Si primero ilustrábamos con imágenes un cenote azul, otro cenote de paredes verticales, o un cenote que es un acuario natural conectado al mar, es el turno de uno de los más recomendables de toda la Riviera Maya por su situación: se trata de dos cavidades semiabiertas, que conectan el mundo exterior de la jungla, con la oscuridad y el agua cristalina del inframundo maya.


A su vez ambas cuevas están conectadas por un túnel subterráneo en el que los buceadores pueden adentrarse y explorar como una estimulante aventura bajo tierra.


El mundo de los cenotes en la Riviera Maya siempre tiene su puerta de entrada a través de la jungla. Los cenotes son cuevas naturales erosionadas por ríos subterráneos que terminan haciendo ceder el subsuelo rocoso. En el caso de los cenotes Dos Ojos (en referencia a las dos aberturas que parecen mirar a la jungla), la situación es la de un cenote semiabierto: de un lado está la jungla, y del otro, la oscuridad completa en pocos metros, siempre con agua cristalina donde nadar.


Los buceadores experimentados pueden unir ambos cenotes a través de un trayecto de unos 200 metros de extensión bajo tierra en completa oscuridad.



(La entrada a uno de los cenotes desde un sendero en la jungla). Los nadadores menos experimentados en temas del buceo, pueden nadar o hacer esnorquel sin ningún tipo de inconveniente, disfrutando del lugar, observando los peces y la vida submarina, que no es tan abundante por la misma oscuridad, pero sobre todo, sintiéndose abrumado por la belleza de un paisaje difícil de clasificar.




El cenote Dos Ojos es una intrincada abertura a la tierra y el mundo exterior de una serie de cuevas y cavernas que se extienden por kilómetros bajo tierra.





Según lo estudiado hasta hoy, la red de cuevas posee unos 67 kilómetros de extensión subterránea, alcanzando profundidades que superarían los 100 metros.  Pero lo que es la visita turística, solo incluye una pequeñísima extensión semiabierta, los dos cenotes conectados con la jungla, y para buceadores el tramos subterráneo que une los dos cenotes.




Como se visita el Cenote dos Ojos: está situado sobre la carretera que va de Playa del Carmen a Tulum. Lo recomendable es visitarlo en nuestro propio coche, ya que está unos dos kilómetros hacia adentro de la carretera por un camino de tierra, bastante concurrido y señalizado. También se puede ir por transporte público (en los minibuses que van de una ciudad a otra con paradas intermedias) y una vez descendemos en el acceso al cenote Dos Ojos, utilizar un servicio de taxi disponible para hacer el trayecto de dos kilómetros desde la carretera.

El lugar funciona como un eco-parque, con instalaciones, baños, tienda, y servicios de guía y alquiler de equipos para buceadores, o para hacer esnorquel, pero también se puede simplemente nadar y disfrutar de un espacio natural único. De cualquier modo, es recomendable conocerlo tanto para aficionados al buceo, como para familias o turistas en general que lo visitan por libre. El cenote es un tipo de lugar que se puede conocer incluso en días nublados o de lluvia, sin que importe demasiado el clima exterior (de hecho en mi visita me tocó un día de lluvia, y no afectó absolutamente nada, una vez que estamos nadando en la cueva poco importa el clima exterior).



Cuanto tiempo se requiere para visitar ambos cenotes: es una visita para hacer en medio día (tanto en una mañana como después del mediodía). Está abierto hasta las 17 horas.

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